
A ti, lampara de lava, que tan buenos ratos iluminastes. Inspiradora de "blogs" y comentarios. Compañera de estudios y noches en vela. Con tus rojas tonalidades iluminaste mi trocito de mundo interior, mi cuarto, en las tardes de verano. Gran regalo. A ti, objeto enterrado y recuperado, va dedicado este post.
Un saludo.
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