Hoy he soñado con ella. Hacía mucho tiempo que no lo hacía y ha sido algo muy agradable. Paseabamos por Sevilla con un grupo de amigos. Nos mirabamos sin decirnos nada. Caminabamos. Disfrutabamos de nuestra compañía. Nos parabamos, me giraba y me miraba con esos ojos verdes por los que perdería entregaría la vida cualquier mortal. Me acercaba. Me sonreia. La cogía suavemente por su cintura, aproximaba mis labios a su oido y le susurraba, "Te quiero".
En ese preciso instante he abierto los ojos. Faltaban 6 minutos para que sonara el despertador y, curiosamente, he tenido una sensación de serenidad y paz interior asombrosa. Tras levantarme y desconectar la alarma del reloj, el peso de la semana en París ha caido sobre mis hombros y me ha acompañado todo el día, hasta esta tarde, que me he podido echar. Despues, un rato con los amigos de toda la vida y unas risas.
Por lo demás, sin novedad.
Un saludo.
En ese preciso instante he abierto los ojos. Faltaban 6 minutos para que sonara el despertador y, curiosamente, he tenido una sensación de serenidad y paz interior asombrosa. Tras levantarme y desconectar la alarma del reloj, el peso de la semana en París ha caido sobre mis hombros y me ha acompañado todo el día, hasta esta tarde, que me he podido echar. Despues, un rato con los amigos de toda la vida y unas risas.
Por lo demás, sin novedad.
Un saludo.